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Agrupación Musical "Dulce Nombre de Jesús"
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Articulo de nuestro gran amigo José Carlos Rojas en el boletín de la Hermandad de la Sagrada Cena de Malaga, Grial 2012:
Desde estas líneas, quiero agradecer y resaltar el enorme esfuerzo y sacrificio de nuestros hombres de trono, y el gran cambio en nuestro procesionar.
Me llena de satisfacción, y orgullo la transformación en el discurrir por las calles de nuestra ciudad que ha dado el trono del Señor.
No hace muchos años que sufríamos el largo y duro recorrido hasta nuestra querida y añorada Capilla de la Estación. Nuestro desfile procesional, en las tardes de los Domingos de Ramos, y posteriormente, Jueves Santo, era difícil y complicado, ya que había momentos en que la mayoría pensábamos que ya no portaríamos más a nuestro Cristo, debido al sufrimiento y al cansancio, pero a los pocos días de terminar el desfile ya se nos olvidaba, estábamos locos porque llegara el siguiente año.
Muchos de vosotros, al igual, del que os habla, nos hemos hecho hombres en estos varales junto a nuestro Titular.
El portador de la Cena siempre ha sido especial, por muchos motivos, pero yo destacaría el gran cariño, y devoción que le tiene a nuestro Señor, ya que de no ser por ello, algunos en estos tiempos, ya no participaría en el nuestro desfile procesional.
Eran años muy duros, había que buscar portadores por todos los rincones de Málaga, sobre todo, en los institutos y en la zona de la Cruz de Humilladero, ya que el resto que lo portaban eran ferroviarios, o vinculados con RENFE. Al ser un recorrido excesivo y complicado, por lo cansado y des anhelado del regreso, siempre se dejó que el comportamiento de los portadores fuera, en parte, poco acorde a lo que realizamos, y en ocasiones, no comprometido. Se podía contemplar huecos en los varales de más de una treintena, sobre todo al salir del recorrido oficial. Eran tiempos, del Platano badún, dos, tres, o del 22, 22, 22. En ocasiones, íbamos tarareando la famosa canción, un Tractor Amarillo, todo fuera por animarnos y llegar cuanto antes a nuestra Casa Hdad.
La música era escasa o inexistente, en alguna ocasión, iba un bombero con un tambor detrás del trono, es decir, el famoso tambor de cola. Cuando se contrataba alguna banda, la complejidad no existía, ya que exceptuando la Agrupación de Campillos, entre los años 1996 a 1999, era la única que nos subía el ánimo, siempre a los sones de Malagueña Virgen de la Paloma o La Saeta. A principios del 2000, nuestra desaparecida banda de cornetas y tambores, intentaba compaginarse con nosotros, pero nos era complicado ya que nunca hemos tenido empeño, ni querido escuchar la
música, ya teníamos bastante con aguantar el peso de nuestro trono.
El primer año que se produjo el cambio en nuestro andar, fue algo fortuito, en el 2005 antes de salir de la Plaza de la Constitución, escuchamos una marcha, que en el fondo no lo es, ya que es un pasacalles, la Malagueña de Lecuona, que hizo que todos sintiéramos algo en nuestro interior que nos hizo cambiar el ritmo en nuestro caminar, este cambio ha hecho que en nuestros días, nuestro famoso “Paso Cena“, sea nuestra seña de identidad al procesionar.
Pero faltaba el cambio de mentalidad, hecho que vino a consecuencia del lamentable y desafortunado desfile del año 2006, nada más salir ya se notaba la debacle. Al problema en la estructura de nuestra mesa había que sumarle el mal acompañamiento musical, ya que nos hacía quedarnos clavado y prácticamente a no andar.
Personalmente, fue mi desfile procesional más triste y penoso, llevo más 38 años en la Cofradía, y 23 en el trono del Señor, pienso que todos en algún momento pensamos en rendirnos y abandonar, menos mal, que no teníamos que ir a la Estación. Nos encerramos como pudimos, y en ese momento, sin tener conciencia nadie, fue el día del gran cambio.
Al siguiente año, había que hacer forzosamente cambios de topo tipo, en primer lugar el problema con la estructura, la mesa, descompensaba el peso hacía la zona del A, además, teníamos que intentar aligerar peso, ya que era la única mesa con 6 patas, y era excesivo el peso tanto de ésta como de los varales. Todo esto conllevaba modificar el tallaje, cambio de los puestos, ya que iríamos en barca, siempre hemos ido en cuña, es decir, de mayor a menor, habiendo un desnivel muy considerable, ya que se abría varal con 1,63 cm. de hombro y se cerraba con menos de 1,40. También, y lo más difícil, concienciar y recuperar el espíritu de nuestros hombres de trono.
Me costó trabajo convencer a muchos de vosotros, después del fatídico 2006, pero siempre he tenido vuestro apoyo y cariño. Desde el primer día, os dije que era posible pasear a nuestro Señor como se merece, además, de conseguir nuestro propio estilo, sólo teníais que tener fe y confianza en el trabajo que me habían encomendado.
Gracias a todos vosotros y a Paco Aguilar, que en todo momento confió en mi labor, trabajo y esfuerzo, para llegar a buen puerto.
Otro importantísimo tema era el musical, y gracias en gran parte, a la incorporación de jóvenes, como Javi o Jesús, expertos en música de Semana Santa, que con su ayuda se ha conseguido lo que hoy es una realidad a nivel musical. Desde el principio se pensó que el acompañamiento musical más acorde a nuestro Misterio era una agrupación musical, y que acierto. No era nuevo, ya habíamos tenido experiencias con este estilo, pero al no interesarnos por la música, apenas notábamos la diferencia.
Fue más complicado de lo que pensábamos el encontrar alguna adecuada, ya que tampoco queríamos una cualquiera, y menos, de poca calidad. La mayoría que contactamos tenía contrato con otras hermandades de Andalucía, pero en menos de un minuto, tras escuchar a una de las posibles, que no nos convencía, nuestro actual Hermano Mayor, Rafa, recibió una llamada telefónica, una veterana pero renovada Agrupación, había rescindido el contrato con una cofradía de Almería, no dudamos en aprovechar la ocasión y tras pocos minutos de conversación, apalabramos el acuerdo. A los pocos días, fuimos a Granada a escucharla, y se cerró el acuerdo para la Semana Santa de 2007.
Desde el primer día, siempre ha habido conexión y complejidad, aunque en este momento, hay, además, amistad y cariño mutuo. Son varias las veces, que nos acercamos a verlos y escucharlos durante el año. Comprobando que tanto ellos como nosotros hemos evolucionado a pasos agigantados, vamos cogidos de la mano.
Hoy en día, parte de culpa de que seamos tan seguidos por los cofrades es la magnífica sintonía que nos ponen tras nuestro Señor cada Jueves Santo. Y actualmente, también, en nuestro Traslado de ida hacia nuestra Casa Hdad. Tengo y tenemos que agradecer muchísimo a la Agrupación Musical Dulce Nombre de Jesús de Granada por todo lo aportado a nuestra Hermandad, y que es mucho, no se concibe un Jueves Santo sin ellos. Hemos crecido juntos, y estamos en nuestras mejores etapas. Son más de cien músicos, han subido de calidad y cada día son más conocidos por Andalucía. Nosotros, más de lo mismo, cada vez hay más hermanos y cofrades, los que quieren portar a
nuestro Cristo, y eso era impensable hace unos años.
Nuestra forma de procesionar, está definida, somos pioneros en regalar a cada portador en el tallaje un CD con todas las marchas que van a sonar, esto es, la cruceta musical. También, hemos inculcado al hombre de trono que hay que escuchar y sentir la música para que nuestro caminar sea el que queremos, y que varíe dependiendo del momento de la marcha que se esté escuchando, además, de no bajar el trono hasta que finalice.
Vuestro comportamiento es ejemplar, el portador sabe su función, los mayordomos y capataces que comandan nuestro Barco sois vosotros mismos, es decir, pertenecen a los varales de nuestro Señor. La mayoría de vosotros lleváis más de 20 años, algunos hasta 35, en definitiva, hemos conseguido crear un excelente “equipo“, tanto hombres de trono, capataces, mayordomos y agrupación musical, somos uno. Se ha conseguido un estilo propio, que es imitado por otras hermandades, es nuestro ligero y alocado paso ligero de antaño, nuestro “Paso Cena“, pero que ahora vamos acompasado con la música. Disfrutamos portando nuestro Señor, no queremos perdernos ni un solo minuto, cada momento se vive con mucha intensidad y con sentimiento. Todos
estamos unidos y comprometidos.
Este año, como en los anteriores, intentaremos perfeccionar nuestros pasos característicos, el 1-3-1, el doble paso, y nuestro Paso Cena, que en ocasiones, haremos 4-2-4, o 8-4-8, pero siempre andando hacia de frente. También, habrá reuniones, en Cuaresma, para explicar todo lo que se va a realizar el Jueves Santo, durante el recorrido, intentaremos practicar con las andas de Traslado, como ya se hizo.
Para finalizar, quiero agradecer a todos mis antecesores en el puesto, por su aprecio y ayuda en mis comienzos como capataz, sobre todo a Pepe, Paco y Quique, también, a mis Hermanos Mayores, Manolo, Paco y Rafa, por la oportunidad que me habéis dado y el honor que me ha habéis regalado. No me quiero olvidar de algunos de mis compañeros, Antonio, Paco, Modesto, Compán, José Antonio, etc.
Tampoco quisiera olvidarme, de un grupo de amigos y cofrades, amantes del varal, que desde el año 2005, quisieron unirse a nuestro proyecto, son, hombres de trono, como vosotros, pero van en un lugar privilegiado, bajo los pies de nuestro Señor, la Caldera. Su sacrificio y cariño, hacen que cada año la unión, trono – caldera sea mayor, y eso se note en la calle.
Y qué decir de mis musiquitos, Jesús y Javi, posiblemente, sin ellos, seguiría y seguiríamos sin sentir la música. Felicidades, lo hemos conseguido.
Gracias a mi equipo de capataces y mayordomos, sois ejemplos a seguir.
A mi admirado amigo de Granada, Felipe, director de “nuestra“ agrupación, ponen el complemento perfecto a nuestro andar, su música.
Pero mi mayor agradecimiento y felicitación es para vosotros, que sois mis magníficos hombres de trono, mis “niños “, como cariñosamente os llamo, aunque muchos tengáis más edad del que os habla.
Y por último, no me puedo ni quiero olvidarme de algunos que sufrieron y se sacrificaron en los varales de nuestro Señor, y en especial, a Jorge, Salvi y J. Antonio, los que cada Jueves Santo, desde el Paraíso, nos ayudan y motivan a mejorar en nuestro recorrido procesional.
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